Alimentación y ejercicio para mantener el peso adecuado

Ha pasado lo de siempre: has comido (y bebido) demasiado en navidades. Lo primero que debemos tener claro es que en dos días no se pueden hacer milagros, pero sí que podemos comer algo mejor para que nuestro peso sea más adecuado. No hay que hacer barbaridades. Adelgazar es más fácil de lo que creemos. Cenar bien y aumentar un poco la actividad física puede ser más que suficiente para notar los resultados.

La importancia de la última comida

La cena es la última comida del día y en teoría el que tendría que ser más ligero y suave, puesto que cuando dormimos es cuando menos energía necesitamos. Además, si queremos disfrutar de un descanso correcto resulta imprescindible hacer una cena equilibrada y saludable. La teoría es esta, pero la realidad es que a menudo a la hora de cenar se acumula hambre (llevamos horas sin comer nada y muy a menudo a mediodía sólo hemos tomado un bocadillo o un plato único), estrés, pocas ganas de cocinar y muchas de relajarnos. La suma de todos estos factores hace que muchas veces las cenas sean excesivas y que esto se acabe traduciendo en sobrepeso. Sin olvidar que durante el fin de semana también acostumbran a haber cenas “especiales” y que frecuentemente empiezan ya el jueves. El caso es que cambiando la cena, el pes baja sin adornarnos.

Ideas para cenas sanas

Hacer una cena más ligera del habitual es la clave para adelgazar. Una ensalada o una verdura de primero y una ración de pescado (mejor blanco), carne blanca o bien huevo de segundo será suficiente. Por lo tanto, se trata de priorizar las proteínas de alta calidad biológica y reducir los hidratos de carbono y las grasas, además de procurarnos una buena ración de vitaminas a partir de los vegetales. La pasta, la arrós, la patata o las legumbres es mejor dejarlos para la comida, todo y que los podemos incluir en pequeñas cantidades como acompañamiento alguna noche. La fruta y el yogur son, como siempre, los postres ideales. Dicho así puede parecer un poco aburrido, pero el cierto es que con estos ingredientes de base se pueden idear recetas muy sabrosas. En todos los casos, el aliño tiene que ser medido, de forma que no supere la cucharada de aceite por plato. También tenemos que tener en cuenta que aunque hagamos “dieta” la cena tiene que completar la comida en cuanto a nutrientes.

Merienda: la pieza clave

Si queremos que nuestra cena sea suave y ligero nada mejor que hacer una merienda, y no un cualquiera. Un bocado a media tarde adecuada para cada cual es una de las claves que nos permitirá llegar a la hora de cenar con una hambre “controlable”. Un pequeño bocadillo de queso fresco, jamón salado o dulce; un yogur con frutas o un vaso de leche desnatada con unas galletas… Son buenas opciones que nos permitirán pasar mejor la tarde y llegar a casa sin una gran ansiedad que nos haga “asaltar” la nevera.

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